lunes, 23 de julio de 2007
Senderens rechaza sus tres estrellas
El chef francés Alain Senderens, uno de los diez más grandes de su país, anunció que está harto de la presiones de la Guía Michelin, que desde hace 28 años lo tiene en el hall de la fama. Sanderens repudiará sus tres estrellas Michelin cerrando su famoso restaurante en París, para abrir una sencilla “Brasserie”.
El chef afirmó estar harto de la "irracional carrera" de categorías de restaurantes y de los "indecentes" precios de los restaurantes de gran lujo. "Deseo hacer algo distinto a un tres estrellas", dijo. Su declaración sacudió al mundo gastronómico. Antes ya hizo algo parecido el chef Joel Robuchon, que ahora se especializa en “tapas” a la francesa.
Propietario y cocinero del restaurante “Lucas Carton” ubicado en la plaza de la Madeleine de París, Sanderens actualmente de 65 años, aseguró no tener problemas económicos y gozar de clientela y prestigio. Pero que está harto. "Basta observar el mundo actual para comprender que no se puede continuar con esos restaurantes tan increíblemente caros; cobrar 300 o 400 euros por cabeza” El Lucas Carton es uno de los templos más venerados de las artes culinarias en Francia.
"Como muchos chefs, cada vez se siente más incómodo con la idea de ser juzgado año tras año por una guía cuyos criterios no siempre comprende", escribió François Simon crítico gastronómico del influyente diario“Le Figaro”. Simon aseguró que Sanderens "quiere relajarse, hacer cocina realista, respirar. Y creo que eso es lo que los clientes desean en la actualidad: una cocina más suave, menos refinada, más feliz. Comida, en suma, preparada por cocineros tranquilos y felices".
La decisión de Senderens significará un bochorno para Michelin, empresa que lleva una temporada peleando, tanto en Francia como en el extranjero, contra los que afirman que su sistema de calificación de restaurantes es pretencioso, prejuiciado e incorrecto. Y que somete a los restaurantes a una tremenda presión económica porque los obliga a gastar absurdas sumas de dinero en decoración y cubertería, así como en plantillas que frecuentemente superan en número a los propios clientes.
Simons reveló que para sobrevivir a los riesgos financieros, muchos grandes chefs (siete de los 10 cocineros con tres estrellas en París) buscan respaldo financiero de grupos hoteleros y de inversores externos, o diversifican sus actividades: desarrollan platos precocinados para supermercados, abren restaurantes menos caros pero elegantes, e incluso trabajan como asesores de grandes grupos alimentarios internacionales.
Fuente: http://www.mipunto.com
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